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Relatos
Saliendo de Makena un rato antes de que salga el sol, Daniel Osvaldo pensó que era momento de regresar a su casa. Había estado tocando con su banda de rock and roll Barrio Viejo durante la noche y ya le hacía falta un buen descanso.
Con su look habitual, compuesto por zapatillas bajas, jean rasgado y remera de los Rolling Stone, comenzo a caminar por las calles empapadas en olvido. Iba rumbo al Wawa de Troilo, su gran amigo, dispuesto a volver a su barrio, Lanús. Debia descansar, ya que, la noche siguiente debia presentarse con su banda en un bar en Moreno. Se sabe que en el oeste está el agite y debía estar pila pila. Pero antes del show, muy a su pesar, tenía pautada una entrevista con una revista. Debía prepararse.
Una vez llegado a su casa se derrumbó en la cama. Durmió hasta pasadas las doce. Se levantó con mucha hambre, entonces agarró la cuchara, el tenedor y el cuchillo y empiezo a cocinar. Fue en ese momento miró por la ventana y vio que llegaba su amigo a visitarlo.
¨Ahí viene Ramón, la alegría de mi alma“ exclamó en voz alta. Se sientan a almorzar, con una cerveza fría de por medio, Ramón, quien vivía en un departamento en Capital, le contó su problema “El viejo de arriba me quiere limpiar”, le dijo. Haciendo referencia a su vecino. No había podido pagar el alquiler y ya adeudaba tres meses: “El dinero no es todo, pero como ayuda” pensó en ese momento.
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Danistone, quería ayudarlo y, como hacía falta un guitarrista, lo invitó a acompañarlo y formar parte del show.“ Podés usar esa guitarra, es la guitarra de Lolo” exclamó Daniel.
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Generoso, la música y el éxito se disfruta con amigos.
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Se pusieron a ensayar y a las seis de la tarde partieron hacia el centro para cumplir con la entrevista. Avanzaron por la 9 de Julio y llegaron al Obelisco, tomaron calle Corrientes. Los Piojos sonaban de fondo, y de repente comenzaron a ver como las luces se encienden en Calle Corrientes, se llena de gente que viene y que va, salen del cine, ríen y llorán, se amán, se peleán, se vuelven a amar. Llegan al lugar del reportaje, ubicado en Montiel 134. Ven a la periodista, una linda damita de Concordia.
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Se sentaron frente a frente, Osvaldo fumaba pero la ceniza no caía desde su cigarro, la periodista se dispone a empezar la entrevista. Algunas de las preguntas llamaron la atencion de Daniel, no era un entrevista normal.
Un breve resumen
- ¿Te gusta la Politica?, le preguntaron
- No me convence ningun tipo de política, ni el demócrata ni el fascita, porqué me tocó ser así, ni siquiera anarquista.
- ¿Cómo te definís?
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- Soy el que nunca aprendió desde que nació como debe vivir el humano, llegué tarde al sistema ya estaba enchufado asi funcionando. Siempre que haya reunión, sera mi opinión la que en la familia desate algun bardo. No puedo acotar está siempre mal la vida que amo.
- ¿Cómo te mantenés informado?
-Sobredosis de TV.
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Terminó la entrevista. Osvaldo y Ramón se dirigen al show. Es una nueva noche fría en Buenos Aires. Mientras van por la autopista ven trenes, camiones y tractores, bicicletas y petones. Toman la Avenida Alcorta y miran la Persiana Americana del bar. Al llegar llevan a la mesa 4 en el Vip. Sobre esta reposan botellas de Gin Tonic y cervezas.
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La espera para empezar a tocar se hace eterna, dos horas, mil horas. Afuera llueve tranquilo, llueve parejo, y siendo las 11 y 6 llega el momento, Ese maldito momento de estar frente a todos los espectadores, que rebotín rebotán, encienden sus celulares y se ponen a filmar a Danistone. En ese instante se sintio oxidado, un sapo de otro pozo, un fulano de nadie, pero desde su interior saco las fuerzas y dijo “Vamos a mostrarles nuestra musica esta vez”. Tomó su guitarra, una Gisbon Les Paul, y empezó el show tocando Desorden. Al terminar el show pensó en su pasado como futbolista y como dejó su carrera para empezar en el mundo de la música. En ese momento recordó una letra de Callejeros que dice así “Lo reprimido cuando esta cautivo te pide salir” Se mira en el espejo y se da cuenta que eso hizo al dejar la comodidad de la elite futbolística y dejar los goles por los acordes.