Desde que se fue el director de orquesta, Sir Alexander Ferguson, los diablos rojos vienen desafinando constantemente en cada una de sus presentaciones, ya sea en Inglaterra o en el extranjero. El teatro de los sueños de Manchester se a transformado en una pesadilla de la que le está costando mucho salir.

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         Este ultimo año, y con la presencia de Jose Mourinho, quien lleva la batuta del equipo desde 2016, después de que otros excelentes artistas como Louis Van Gaal y David Moyes no le encontraran un estilo musical, la situación se ha profundizado, mas aún con los últimos shows del equipo rojo en la semana.

 

        El sábado pasado, la primer función de una serie de 3, fue en su ciudad de origen, Manchester, en el  mejor lugar posible, Old Trafford y con cerca de 50000 personas ansiosas por ver un recital futbolistico frente a un débil Wolverhampton. Lo que encontraron fue un pobre desempeño, con músicos que no alcanzaron su rendimiento. No lograron unir 3 notas o pases seguidos y terminaron pidiendo la hora de finalizacion del show. Fue 1 a 1, y los artistas se fueron insatisfechos.

 

       No había tiempo para lamentarse, el martes debían presentarse nuevamente, esta vez ante el debil Derby Country, un grupo de Segunda División. Lo que debía ser una fiesta se transform en un infierno rojo, La voz del equipo, el arquero Sergio Romero, fue expulsado con el partido igualado en 1 e inmediatamente después el guitarrista, el encargado de meter los goles, el delantero  Jack Marriot estableciera el 2 a 1 a nada del final. Todo parecia desmoronarse pero en el último segundo Fellaini marcó el 2 a 2. Todavía había esperanza, pero pronto se vino abajo en la definición por penales, los músicos de Derby tuvieron más aciertos y se llevaron el show